Día 17
El post de ayer era más largo. Incluía un delirio de mi cerebro, pero no entraba en el espacio que se me asigna amablemente, así que saqué el delirio... lo guardé. Porque una escritora que se precia de tal, jamás borra un delirio. Lo deja macerar en su mente hasta que se convierte en algo, aunque no coherente, al menos legible. Y lo que en tiempo normal hubiera tardado de 3 a 7 días, en cuarentena alcanzó con unas 12 horas. Ahí va.
No dejo de pensar: de dónde habrán salido esos delfines en Venecia? Me imagino una pequeña sardina nadando a toda velocidad por las turbias aguas del Gran Canal hacia mar abierto. Yendo hacia la gruta subacuática en la que una comunidad de delfines italianos habita desde hace muchos años. Esperando.
La sardina lleva un mensaje. Llega y golpea la puerta de la gruta. "Contraseña secreta?" preguntan del otro lado. "La sopa de almejas en San Francisco es blanca". La hacen pasar y la dirigen al fondo, donde un anciano delfín está sentado a la cabecera de una larga mesa. Chupa cabezas de langostinos y tiene una servilleta atada al cuello. Un calamar le rellena el vaso de vino.
La sardina se inclina brevemente. "Capo dei tutti capi, es cierto. Los humanos se han ido."
El anciano delfín hace un gesto para que el calamar se aleje. Suelta el langostino que estaba chupando. Se seca la boca con la servilleta, lentamente. "Ma como e posibile?"
"Las palomas de la plaza San Marcos dicen que enfermaron...". La sardina aprieta y retuerce un pañuelito entre sus aletas. "Se lo debemos todo a unos murciélagos coreanos."
"Y los nefastos gondolieri?". El delfín se quita la servilleta del cuello e intenta pararse con dificultad. El calamar se acerca a ayudarlo pero el viejo lo espanta con un aletazo.
"También, il mío capo. Se fueron tutti."
Unas horas más tarde, habiéndoles enviado una canasta de frutas a los murciélagos coreanos (que no entienden nada cuando la reciben), el delfín anciano se dirige a la colectividad reunida en la gruta. En silencio, los delfines miran cómo el anciano golpea con el bastón el suelo. No nada ni un cornalito.
"Il giorno e arrivato! Volveremos a los canales de la nostra famiglia!"
Íiiiiiiii....gritan todos.