Sábado de gloria
24/07/2021 13:58 hs. Avión. Aeropuerto Charles de Gaulle, París.
Me hubiera encantado retratar cada momento de hoy. Sacar fotos, subirlas a las redes con alguna frase graciosa, los chicos haciendo monerías, la despedida de Vincennes. Pero las mudanzas y las partidas son siempre complicadas. Quedan cosas para último momento, las valijas no cierran, los niños enloquecen.
Si creen que 6 mudanzas alrededor del mundo nos hicieron expertos, siento decepcionarlos. Nos hicieron más sabios, pero no lo suficiente como para que irse de un país sea cerrar la valija y partir hacia el aeropuerto. Habrá gente que lo hace mejor. Pero nosotros siempre corremos con cosas de último minuto.
Entonces mi colección de momentos de la despedida de Francia no fue. Se acumuló solo en mi cerebro, sin siquiera suficientes fotos como para documentarla.
Y, lejos de ser idílica, contiene los siguientes recuerdos:
-Yo corriendo por Vincennes en la búsqueda infructuosa de un lugar donde imprimir documentos importantes para entrar a Canadá. Daniel en el cochecito, que chirriaba furiosamente por falta de aceite en una de sus ruedas. Íííiii íííiii...
(Paréntesis para agradecer a mis amigas AnneSo y Gaby que me salvaron la vida).
-Monsieur Aleyo enloqueciendo porque dejé algunas cosas en la heladera y venía el señor de la inmobiliaria a hacer el "état de lieu" (que es como se llama a la revisión antes de dejar el piso)
-El señor de la inmobiliaria rebuznando y quejándose del estado de no-limpieza del departamento, abriendo y cerrando alacenas y placares mientras yo huía con los chicos y Monsieur Aleyo entonaba su voz más francesa.
-Los chicos llorando a los gritos en la puerta del edificio porque querían los dos la misma rama que se cayó de un árbol.
-El taxi al aeropuerto en el que iba a descansar un poco pero me di cuenta de que no le había dado el Dramamine a Daniel (no pasó nada).
-Y Matías escogiendo justo ese momento para preguntarnos "Qué es la religión?"
Las partidas son así. Estrés. Despelote. Corridas. Al menos, le ponemos buena onda. Bueno, yo. Monsieur Aleyo le pone todo lo demás. ❤️