Más crónicas
"Qué pasará que no escribe más crónicas?" Se estará preguntando mi mánager, siempre demasiado optimista sobre mis dotes literarios. Pero no me va a decir nada, porque también es demasiado respetuoso de mis procesos creativos. Si le mando un híbrido literario desconocido y le digo "Leé esto, creo que escribí una obra de arte", él me dirá que sí. Que él también lo cree y secretamente hará los trámites para que me nominen al Nobel de Literatura. Pero, cuando yo no quiera enviar mi trabajo a La Haya o a donde sea que haya que enviar los trabajos para que a una le den el Nobel de Literatura, porque me de fiaca ir hasta el correo, él dirá "Está bien".
Por el contrario, mi marido, al que le mandé mi posible obra de arte hace dos meses, leyó unas páginas, probablemente se aburrió o se entretuvo corrigiendo mis faltas de ortografía y perdió el hilo de la historia, y finalmente perdió el documento en el éter digital. Ahora tiene el tupé de pedirme que se lo vuelva a enviar.
Mi padre, excéntrico y rutinario a la vez, planifica sus lecturas. Me lee sentado en el sillón del living, estoy segura, con la lámpara y los anteojos. Se cruza de piernas, como hace cuando se concentra, y espera que no hable de ningún tema que no le gusta. Su comentario siempre es rápido y prolijo. Opinión positiva, una crítica y un "beso mi Negrita". Con mayúscula, porque él fue al colegio Normal en la época en que todavía importaban las mayúsculas. Mi marido, 30 años después, también fue a un colegio en esa época. Ahí les dejo el complejo de Electra.
A veces me llegan 25 likes y entonces sé que es mi hermano, al que le dio un exabrupto de lectura en una tarde de lluvia junto al mate, y de pronto recuerda lo brillante que es su hermana. Se ríe y se emociona.
El último hombre de mi vida con comprensión lectora, Matías, me escucha cuando le leo las crónicas que se tratan de él. Me corrige los hechos con un "No fue así", completamente despreocupado por las formas literarias y la capacidad de caracteres que tiene un post.
Y, entonces? Por qué no escribís más crónicas? No sé. Supongo que debería volver a escribir.