Malas compañías
Sobre la vida según Netflix, mi vacío cerebral a los 17 y las aventuras prestadas
Mientras miraba Sex Education... porque Mr. Alejo me hace ver El Juego del Calamar por las noches, y es muy entretenido pero te quita las ganas de vivir y, sobre todo, de ir a Corea; así que, por la mañana, quise recuperar mi fe en la humanidad viendo adolescentes obsesionados con el sexo y a la Agente Scully. Y, mientras miraba a todos esos adolescentes sufriendo, me di cuenta de que fui una mala amiga cuando tenía 17 años.
Acabábamos de volver del viaje de egresados a Bariloche. En la época de donde vengo yo, ese viaje era una suerte de festejo, liberación, fantasía de independencia adolescente. Y al volver, me encontré con que uno de mis mejores amigos, había cambiado su orientación sexual. No fue un shock, pero comenzó a exponerme a la realidad de un mundo que yo no conocía y que, sobre todo, no existía de cara al público en mi ciudad. Piensen que era el 2001. Todavía no teníamos ni celular propio.
Lejos estaba yo de comprender la urgencia de los impulsos reprimidos, la emoción de descubrirlos y la necesidad de compartir que experimentaba mi amigo. Pero recuerdo las largas charlas en el sillón de mi casa, con la amistad puesta a prueba por el ceño fruncido de mi padre, que sabía qué tipo de cosas me estaba contando. Yo, que nunca había visto... que no sabía nada, de pronto me encontraba escuchando sobre encuentros sexuales anónimos en lugares públicos. Yo ponía la oreja, el hombro, y pedía disculpas en nombre de todo un pueblo. Creía que entendía.
Mi amigo está ahí afuera, viviendo su vida, no sé si leerá estas palabras. Pero me gustaría decirle gracias, por abrirme los ojos y el corazón a otra realidad, por abrirme la cabeza y meterme ideas nuevas (aunque en ese momento solo flotaban en un vacío de conocimiento sexual). Gracias por confiar en mí y por dejarme viajar al futuro juntos. Espero que ese futuro haya llegado. Y espero que mis hijos, si alguna vez tienen que recalcular su orientación sexual, cuenten con una amiga mejor de lo que fui yo.