Gesto comercial
Y así y todo... Monsieur Aleyo se olvidó la billetera. De nuevo.
Un día quedó atrapado con el auto, literalmente, entre las dos barreras de la entrada al estacionamiento del aeropuerto, porque no podía pagar la tarifa del parking. Tuvo que abandonar el vehículo e ir a hablar con el empleado en vivo. Éste, en un gesto que dio en llamar "comercial", le perdonó 7 euros porque a Monsieur Aleyo no le alcanzaba el efectivo. Cuando cuenta esta historia, poca gente le cree semejante gesto de desprendimiento financiero de parte del aeropuerto.
Honestamente, nunca sabremos lo que pasó en ese parking... Pero Monsieur Aleyo volvió, con el auto, y nunca nos reclamaron los 7 euros en las miles de veces que volvimos al aeropuerto.
Y el empleado manda flores para el aniversario de aquel día.