(Existe la posibilidad de que me arrepienta de este post en los próximos meses. Llegado el caso, escribiré más y mejor)
Fue llegando lo que tanto me temía. La nieve. Ese punto en el imaginario colectivo (el mío incluido) en el que Toronto tomaba la única característica por la que la conocemos los argentinos. No se hagan los cultos. Si no fuera por mí, lo único que sabrían de Toronto es que hay nieve. Bueno, llegó. Eso a lo que intentaba prepararme desde la comodidad meteorológica de París que, por otro lado, tampoco es tan cómoda, no por la nieve pero sí por la lluvia.
Y no es tan terrible. Ni la falta de luz, ni la lluvia, ni la nieve. Ya sé lo que están pensando "esto recién empieza..." "Vas a ver en enero!" "El peor mes es febrero!" Ni falta hace que me lo digan porque es lo que repiten, una tras otra, las personas que me ven recién llegada. "Es tu primer inviernito?" Y te miran con condescendencia. Te dan consejos. Te miran desde arriba de sus botas Sorel y sus camperas que ya pasaron muchos inviernos como midiéndote. Intentando adivinar si lograrás pasar el invierno. Si será un problema o te volverás uno de ellos.
Ni lo uno, ni lo otro. Saco fotos. Algunos días la pego con el atuendo y otros me cocino dentro de mi campera para -20 C, o tengo frío, o visto a mis hijos para frío polar y vienen con los pelos transpirados, o me olvido de ponerles botas un día de lluvia, o me patino en el hielo. Voy construyendo mi propio invierno canadiense. Todavía no tenemos pala para la nieve, eso sí. Considero que es jurisdicción de M. Alejo como toda la maquinaria pesada que poseemos (y con eso me estoy refiriendo a la aspiradora Dyson).
Llegará Enero y su tedio post-vacaciones de Navidad del hemisferio norte. Llegará Febrero y sus tormentas de nieve que inspiren monólogos graciosos. Más le temo a Marzo, pero ahí tenemos vacaciones de nuevo y el Caribe está bastante cerca. Peor será Abril, pero es el mes del cumpleaños de Matías y también aparecen los tulipanes. Mayo será terrible, no? Habrá barro del deshielo. O Junio... No! Junio no, porque ahí ya hará calor. Estaremos salvados.