El Beltline Trail
Descubriendo algunos rincones de la ciudad (ya que no se puede hacer nada más!)
Hay una leyenda urbana canadiense que dice que uno puede caminar kilómetros por la ciudad de Toronto sin ir por la calle, yendo por los "trails" que son caminos a través de parques y de zonas de antiguos bosques.
La leyenda es fundamentalmente cierta. El truco es que la entrada a estos trails suele estar oculta. Quizás, en medio de una cuadra o en el extremo menos concurrido de un parque. Así que hay que buscarlos.
El Beltline Trail está sobre el antiguo camino de una línea de tren de Toronto que abrió en 1892 para conectar el centro de la ciudad con las afueras, pero que no tuvo demasiado éxito con los pasajeros y solo funcionó durante dos años. En 1972, después de una larga batalla entre los propietarios de las casas adyacentes, los ciclistas y la compañía de trenes, la ciudad de Toronto compró los derechos sobre el paso y lo convirtió en una senda peatonal y para bicicletas.
Hoy en día tiene más de 9 kilómetros de largo y pasa por los encantadores barrios de Rosedale, Moore Park y Forest Hill, entre otros. A mí, para un lado, me lleva a la escuela de Matías y, para el otro, me deja en la puerta de Yorkville, una zona comercial muy chic. Y de pasada, se puede recorrer el Cementerio de Mount Pleasant que, por curioso que parezca, hace las veces de zona de esparcimiento en esa parte de la ciudad.